Exactamente siete años
después de la aparición en nuestro Carnaval de estas agrupaciones compuestas
por negros (1867), pero con declarado aire blanco, surgirá su exacta
contrapartida: la novedad de un conjunto formado por blancos, pero disfrazados
de negros. Lo cierto es que sus componentes imitaban a los morenos a la
perfección, vestían como ellos, cantaban y bailaban al mejor estilo afro.
Ocurrió en el Carnaval de 1874, y la agrupación se llamó “Negros Lubolos”.
Cuenta el mismo Vicente Rossi que “la formaban jóvenes comerciantes y
profesionales, criollos blancos que se presentaron perfectamente teñidos de
negro y con indumentarias igual a la de los esclavos de las fazendas brasileras
e ingenios cubanos. Hablaban en el gracioso bozal de nuestros africanos;
caminaban y accionaban imitando impecablemente a los negros” (...) llevaban los
instrumentos típicos de la raza: tamboriles y masacallas; y los instrumentos
exóticos de sus descendientes: guitarras, violines, etc? (.,.) “se pintaban
prolijamente cara, garganta, pescuezo y orejas; para disimular la ausencia de
motas se envolvían la cabeza con un gran pañuelo polícromo, en la misma forma
que solían hacerlo los negros. Sombrero de paja de anchas alas, puesto o
colgado sobre la espalda. Las apariciones anuales de “Los negros Lubolos”
fueron recibidas con creciente entusiasmo por todas las clases sociales. Las
familias distinguidas se disputaban las visitas de los “Negros Lubolos” y los
principales salones les dedicaban sus bailes..,” La iniciativa de crear esta
singular comparsa blanco-negra partió de dos argentinos radicados entre
nosotros; un tipógrafo de apellido Crewell, cuyo nombre de pila no se conserva,
y un carnicero de la esquina de Buenos Aires y Pérez Castellano, Bernardo
Escalera, que fue el primer presidente de la agrupación.
El éxito que alcanzaron
estos primeros negros lubolos incitó a los infaltables imitadores. No demoraron
en aparecer muchos otros grupos, a los que el pueblo terminó aplicándoles el
término genérico de “lubolos’”, que ha subsistido hasta hoy Pero “como tenía
que suceda, el abuso trajo el desprestigio, y la discreta demostración africana
de los primeros Lubolos fue conviniéndose en una grosera carnavalada, que en
varias ocasiones la autoridad estuvo a punto de prohibir”.
Como suele ocurrir en estos casos, de la primera
agrupación fundadora se escindió una segunda, que fue bautizada “la Nación
Lubola”. En esta actuaba un joven cantante que tenía a su cargo los “solos” y
que más tarde se destacaría como excelente tenor: Oxilia. Las dos agrupaciones
perduraron unos cinco años, y ambas pueden considerarse fundadoras de un género
carnavalesco de arte moreno destinado a permanecer... aunque haya sido fundado
por blancos.
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