CANDOMBE, UN LENGUAJE MONTEVIDEANO
Nadie pensó que aquella mercancía humana llegada del continente negro, hubiera podido convertir mágicamente el peso de la esclavitud en un torrente de música.
El sonido afro de las diferentes naciones, arrancado de sus ancestros, mantenía encendida, clandestinamente, la llama de sus culturas. Nuestra América se iba transformando.
La cultura negra había llegado para quedarse definitivamente.
· El tambor rompe el silencio. Ya no eran troncos ahuecados.
· El piano, el tambor mas grave, mantenía sabiduría.
· El chico gritaba al cielo la lejanía, el dolor y la rabia.
· El repique anunciaba, vivamente, vientos de libertad.
· Palo, lonja y madera fue entonces el lenguaje original.
Los tambores comenzaron a ganar las calles de Montevideo.
El empedrado se movía ante los ojos de la noche, que cadenciosa y cómplice, acompasaba majestuosamente el paso de la comparsa. Aquella improvisada llamada le fue anunciando a la gente el nacimiento del candombe. Así, encontraban la distracción inocente, entregada alegremente a los usos y recuerdos de Africa, para olvidar en aquellos momentos de jolgorio, la triste condición de esclavos. Uniendo las fiestas cristianas y paganas, el ritmo ya era uno solo.
El carnaval abre paso a las comparsas surgiendo "Sociedades de negros y lubolos". Dos barrios marcan las diferencias. Enclavados en el sur más montevideano, los "conventillos" de Cuareim y Ansina se instalan como mojones perennes en la mas querida historia de la música afro-uruguaya.
Y es así que hasta nuestros días, el candombe transita, mas vivo que nunca la calle del corazón.
DIFERENTES NACIONES LLEGADAS AL RIO DE LA PLATA
Entre los años 1450 y 1455 se inicia regularmente por parte de la Corona de Portugal el tráfico de esclavos.
Lo inicia Antón González, descargando en Lisboa los esclavos que apresa en la Costa de Oro Africana (Costa Atlántica). Pero pronto entró en la competencia España y el comercio de negros ya constituía un tr áfico regular entre este país y el caribe.
Los primeros negros que llegaron a la Banda Oriental fueron introducidos al fundar la Colonia del Sacramento en Enero de 1680. En Montevideo la penetración de buques negreros, en forma sistemática, puede situarse en el período que va desde 1743 a 1814.
Las Naciones que fueron sometidas al apresamiento por parte de los negreros, fueron: Sierra Leona, Guinea, Cabinda, Loanda, (hoy Camerún), Angola y el Congo.
Al Uruguay llegaron al igual que al Brasil Sudaneses y Bantúes, las dos grandes ramas etnias de la Costa Atlántica Africana, como a sí mismo, Mozambiques, oriundos de la Costa Oriental de Africa.
Aún cuando hoy día la población negra en nuestro país está calculada en solamente un 3 por ciento del total, hubo momentos en la época colonial que llegó hasta casi el 50 por ciento.
Antes de la abolición de la esclavitud se realizaron varios censos en Montevideo, cuyo porcentaje de negros, aunque se estiman inferiores a la realidad, fueron:
AÑO NEGROS
1769.............27 por ciento
1778.............27 por ciento
1803.............24 por ciento
1810.............35 por ciento
1812.............31 por ciento
1819.............24 por ciento
En cuanto a las nacionalidades, el censo de 1812, establece lo siguiente:
NACIONALIDADES Nro. de esclavos
Mozambique............................................ 56
Mina........................ ................................54
Congo.......................................................46
Bángula.....................................................40
Angola.......................................................39
Guinea......................................................30
Manguela..................................................18
Estas Naciones son pues, los antecesores de los negros actuales de nuestro país y los que le legaron una de las tantas especies folklóricas que se conservan hasta el día de hoy, con una envidiable al lado de otras: el Candombe.
PRIMEROS GRUPOS DE ESCLAVOS QUE MANIFESTARON SUS RITMOS
Los negros esclavos celebraban peri ódicamente reuniones (Candombes) que tenían lugar normalmente en extramuros, al son de tambores y marimbas.
Junto al mar, cada Nación, exponía su música y sus cantos, acompañadas con las palmas cadenciosas de los actores. Cada sala de Nación tenía su tramo donde los reyes presenciaban la fiesta.
La reina generalmente unía a este rango, el prestigio de ser la mejor pastelera, rodeados ambos por las princesas y camareras que atendían la ceremonia.
El VOCABLO: CANDOMBE
En documentos escritos, la palabra Candombe aparece por primera vez en nuestro país el 27 de noviembre de 1834, cuando el peri ódico "El Universal" publica un "Canto patriótico de los negros,
celebrando a la ley de libertad de vientres y a la constitución", cuyo primeros versos dicen:
"Compañelo di Candombe
Pita pango e bebe chicha
Ya le sijo que tienguemo
No léso lo Cumandá,
Lo Casanche, lo Cobinda,
Lo Benguela, lo Manyolo,
Tulo canta, tulo grita..."etc.
Esta poesía firmada por "Cinco siento neglo de tulo nasione", aparece nuevamente al año siguiente en el primer tomo del "Parnaso Oriental" adjudicada a Francisco Acuña de Figueroa.
Mas allá de la importancia de haber sido escrita por el autor del Himno Nacional, desde el punto de vista de la investigación de la música afro-uruguaya importa por el uso de la palabra Candombe; por el remedo al léxico bozalón de los negros y, por último, por la numeración de las distintas naciones que existían en esa época en Montevideo.
En estos versos, Candombe es sin ónimo de "baile de negros" y es así que se entiende en todos los documentos conocidos de esa época, estando muy bien explicado todo lo que conlleva el término en el Edicto Policial del 28 de junio de 1839, reglamentando " Los bailes denominados Candombes, con el uso del tambor".
Según Lauro Ayestarán, folklorólogo Uruguayo muy prestigioso en "La Música en el Uruguay" establece tres etapas en el orden de la música afro-uruguaya.
La primera, secreta, está constituida por las danzas rituales africanas, sólo conocidas por los iniciados, que desaparece con la muerte del último esclavo llegado del Africa y que no tiene una trascendencia socializadora.
La segunda, es muy extendida y colorida. Se trata de las comparsas que en el siglo XVII acompañaban a la Eucaristía en las festividades de Corpus Christi y que es el antecedente inmediato que da lugar a la Calenda, el Tango (no el de la música Rioplatence actual), el Candombe, la Chicha y la Bámbula o Semba que se bailaban alrededor del 1800.
La tercera etapa y última, constituye la comparsa de carnaval de los sociedades de negros, desde 1870 hasta nuestros días.
INSTRUMENTOS AFRO-AMERICANOS EN EL MONTEVIDEO COLONIAL
Evidentemente la llegada del negro a América, fue a manos vacías, trayendo con sigo un patrimonio cultural impregnado en lo más hondo de la conciencia e identidad negra. Una vez asentados en el medio, el negro procuró reconstruir sus instrumentos originales de Africa. La imposibilidad de ahuecar troncos, hizo que el negro adoptara el barril o cajón, para fabricar su tambor.
También esta adaptación se realizó con otros instrumentos para ejecutar el Candombe.
Sobre esto un cronista del Montevideo Antiguo, Rómulo F. Rossi, en un artículo publicado en "EL PLATA", dice al respecto: "Los bailes eran siempre acompañados por cantos monótonos sin otros
instrumentos como acompañantes que los inmortales tambores, las "canillas" de animales lanares
atados a sus extremos paralela y transversalmente, en forma de escalera, con tientos de lonja de
bagual, huesos que hacían sonar los músicos arrastrando sobre los mismos otro hueso."
"La Tacuara, se colocaba en los puntos superiores de dos puntales clavados en el suelo y sobre la que daban golpes con palillos, el Mate, recubierto con hilos que cruzaban gran número de conchillas y que, con la Marimba, completaban los instrumentos de tan estrepitosa orquesta".
Aquí Rossi describe una detallada ceremonia realizada por una Nación Congo, ya adaptada al Montevideo Colonial.
Posteriores generaciones bajo una identidad de negros criollos, unificaron ritmos, haciendo una depuración instrumental, quedando como fiel y mayor elemento representativo el tambor.
Aún cuando el tambor es el instrumento por excelencia de la música afro-uruguaya, todos lo documentos son contestes en señalar la presencia de otro tipo de instrumentos, tales como las marimbas, mates, mazacallas, palillos y tacuaras, que sobreviven hasta principio de siglo.
Solamente el tambor ha sobrevivido hasta el momento actual y es a él al que nos referimos
especialmente.
En Uruguay, éste siempre se toca en "toques" que van de tres hasta sesenta o setenta instrumentos, y son de cuatro tipos diferentes, que responden a los registros de la voz humana:
Chico (soprano), Repique (contralto), Piano (barítono) y Bombo (bajo), aunque en la actualidad sólo se utilicen los tres primeros.
Cuando los tambores se reúnen a tocar, se integra la denominada "llamada".
PRIMEROS DESFILES DE LA COMUNIDAD NEGRA
Una fiesta de gran significación entre los negros de Montevideo colonial era la ceremonia del 6 de enero, en el que se rendía culto a San Baltasar, santo negro.
Allí todas las Naciones ataviadas de acuerdo a sus costumbres e interpretando cada una su propio ritmo , paseaban por la ciudad para luego congregarse en la plazoleta prosiguiendo con el Candombe.
Terminada la ceremonia, se dirigían en corporación y por Naciones, a la residencia de las autoridades. Luego de 1830 a la Presidencia de la República, quien los recib ía rodeados de sus autoridades. Tambi én visitaban a los Ministros, al Vicario y Jefes militares. Ratificaban ante las autoridades su fidelidad y respeto, recibiendo a cambio, las donaciones que solventarían los gastos del clásico banquete, que tenía lugar en cada sede.
Muchos de estos desfiles, fueron presenciados por viajeros que se encontraban de paso por Montevideo, como es el caso de Don Pernetty, que describe una danza llamada Calenda, que bailaban no sólo los negros y mulatos, sino también jóvenes de las familias principales. Lo hacían al son de instrumentos y voces, alcanzando el baile una excepcional cadencia y ritmo. Otras danzas eran la Bámbula, la Chica, el Candombe y la Samba, sin duda las primeras bailadas en Montevideo.
Estas impresiones fueron hechas por este viajero francés en el año 1827.
Más tarde el Candombe y la Semba representan la evolución de las danzas primitivas. En ambas ya no se apreciaba tanto el contorsionismo frenético de la primitiva danza africana; la lascivia y el frenesí han sido sustituidas por la cadencia y el ritmo mas lento.
ABOLICION DE LA ESCLAVITUD
La primera insurrección masiva de los esclavos de la Banda Oriental, fue en 1795, donde un grupo de esclavos rompió la sujeción a sus amos y se dirigió a las costas del río Yi, al Monte Grande, donde fundaron una República Negra Independiente, constituida bajo el lema de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Posteriormente, el estallido de la Revolución en 1811, determinó entre los integrantes de la raza negra una gran conmoción, incorporándose masivamente, formando en las filas de sus ejércitos.
La abolición en el Río de la Plata se impuso sin derramamiento de sangre y sin mayor oposición, a medida que las circunstancias lo indicaban. Tuvo un proceso lento - desde el año 1815 a 1851 - por lo mismo, gradual y tranquilo.
Empieza con el reclutamiento de esclavos para enrolarlos en el Ejército y termina con el
licenciamiento de los mismos. Las leyes no fueron más que la decoración exterior de un proceso
determinado por la necesidad política, y la influencia de Inglaterra.
Pese a que el gobierno provisorio abolió la esclavitud en 1825, durante la administración de
Fructuoso Rivera prosigui ó el tráfico de esclavos, y todavía en 1839 se leía en los diarios de
Montevideo avisos de ofertas de esclavos como un hecho legal y natural.
El retardo del abolicionismo en Brasil fomentó en Uruguay el contrabando negrero. Los negros eran llevados a Brasil para ser vendidos como esclavos. Según cálculos, el número de esclavos importados a partir de 1832 era de cuatro mil. Se abolió la esclavitud pero el tráfico subsistía.
EXTENSION DEL RECINTO DE MONTEVIDEO
Los negros y mulatos una vez que iban saliendo del régimen esclavistas, al convertirse en libres, trataron de vivir en barrios y lugares alejados del Recinto de la Ciudad, donde vivían sus ex- amos.
El caserío de los negros fue ya un principio de discriminación de razas, pues, al negro se lo apartó de la ciudad por temor al contagio.
Debido al éxodo emprendido hacia Paraguay con Don José Gervasio Artigas y del sistemático contrabando de esclavos hacia Brasil, la poblaci ón negra se vio diezmada. La añoranza del Africa lejana fue un motivo importante para que los negros se agruparan a vivir en las costas del gran Río.
En la primera extensión del Recinto, que comprendía desde la puerta de la Ciudadela, hasta el Cubo del Sur (hoy calle Río Negro), ya era habitada por numerosas familias españolas, marcando un crecimiento demográfico de la ciudad. El negro, si bien vivió en la primera extensión de la ciudad en forma libre, optó por desplazarse más hacia el este del Cubo del Sur, contra la Costa. El hoy llamado Barrio Palermo parece tener origen a ese fenómeno. Los negros que poblaron esta zona la bautizaron con el nombre del santo negro, nacido en Messena, Italia, San Benito de Palermo.
ASENTAMIENTO DE LA COMUNIDAD NEGRA EN LOS CONVENTILLOS
El Barrio Sur surge del primer ensanche de la ciudad, en 1831, y fue pensado para ubicar la gran cantidad de pobladores que empezó a tener la ciudad de Montevideo.
La clase alta Montevideana se encontraba en la Ciudad Vieja, posteriormente en El Prado y en otras zonas céntricas, precisando empleados para realizar desde changas hasta tareas domésticas y trabajos informales. Es así que en la Zona Sur se instalarán el inmigrante y el negro liberto, estando próximos a los lugares de trabajo.
En la época de la construcción de los Conventillo, Montevideo aumentaba su población considerablemente y el 80 por ciento de los vecinos pertenecían a la clase baja. Esto hacía que la mayoría de la gente no pudiera pagar una vivienda. La única solución fue el inquilinato. El
inversionista J. M. Risso se da cuenta de esto y decide construir el gran Conventillo de la Calle
Cuareim. El Padrón de construcción data de 1885.
DEFINICION DE "LLAMADA"
La palabra "Llamada" tiene su origen en los Candombes que se celebraban en extramuros, del recinto de Montevideo.
Los primeros negros en llegar a dicho lugar, autorizados por sus amos, en primer lugar demarcaban el trecho de arena en el cual su Nación llevaría a cabo su ceremonia, y en segundo lugar comenzaban con la "llamada", empleando tambores, marimbas, palillos, e inclusive cánticos y palmas.
La "Llamada" que resonaba en la tranquila tarde dominguera dentro del recinto, avisaba que los Candombes de la costa estaban por comenzar.
A ellas no solo concurrían los negros, sino también los amos blancos que interrumpiendo su tradicional siesta, solían pasear por la costa para presenciar las danzas y cantos de la raza negra.
Aún en nuestros días en las llamadas barriales se da un fenómeno similar en la forma en la cual se convocan a los tamborileros para formar la cuerda de tambores.
Los jefes de las diferentes cuerdas realizan su "llamada", no tocando como sus ancestros, sino exhibiendo los instrumentos, en la esquina tradicional de la cuerda de tambores. De esta forma se comunica al resto de los integrantes, y al barrio entero, que dará comienzo la fiesta del tambor.
INTRODUCCION DEL CANDOMBE EN EL CARNAVAL
En particular, las comunidades negras festejaban como propias tres fiestas religiosas: la de la Virgen del Rosario, la de Reyes (por el Rey negro Baltasar) y la de su patrono, San Benito, sin que esto impidiera su participación en otras.
Un siglo atrás, en 1760, ya desfilaron en la procesión del Corpus Christi "los soldados" de la guarnición, "los pardos" y "los zapateros", quienes a menudo eran financiados para sus danzas por "los pulperos y demás personas del comercio", según consta en actas del Cabildo. Era una vieja tradición que se arrastraba del medioevo, la que daba cuenta acerca de la incorporación de los grupos de fieles reunidos en torno a corporaciones profesionales, que desfilaban al compás de las bandas militares.
Estas mismas actas nos informan de la polémica que suscitó la propuesta del vecino José Guido sobre la incorporación de las "danzas negras" a la festividad del 26 de mayo.
Según los documentos, Guido hab ía informado que "por propia y voluntaria deliberación suya", haría "formar y determinar una danza de negros", cuyo responsable seria un esclavo de su propiedad.
El Cabildo rogó que prosiguiera con su intento, pero el gremio de los soldados anunció que se negaba a concurrir a la procesi ón "en razón de salir haciendo la suya los pardos". A la sesión siguiente, los soldados revocaron su decisión y el Cabildo resolvió que "el gremio de albañiles pagase once pares de zapatos ligeros de banda, que se necesitaban para la danza de los negros".
Esta sería la primera incursión de la raza negra en las fiestas tradicionales del Montevideo Colonial blanco.
De allí en más el Candombe fue punto de referencia, donde poco a poco la Cultura Afro se fue haciendo un lugar en su nueva tierra.
Antes de que el Carnaval se instaurara como tal, las festividades religiosas eran el espacio donde se exponían las diferentes manifestaciones rítmicas.
De esta forma el Candombe desde el nacimiento del carnaval, siempre estuvo representado por sus comparsas.
LLAMADA DE CARNAVAL Y LLAMADA BARRIAL
La diferencia esencial entre ambas exposiciones, radica básicamente en el entorno en el cual se desarrollan.
La llamada barrial, con un aire improvisado y místico, se va organizando con la llegada de los "tocadores", que colocando sus tambores en el punto de partida, realizan una "llamada" a la
vecindad, anunciando que los tambores recorrerán las calles.
La llamada de la calle Isla de Flores, es simple, a puro tambor y cadencia, pero lo suficientemente atrapante, como para ser la manifestación artística con mayor interacción.
Aquí no existe el espectador, aquel que acompaña a los tambores en su recorrido, es protagonista activo, volcando energía a una causa común, el Candombe.
La llamada oficial esta claramente enmarcada por el factor económico. y competitivo.
La puesta en escena de las comparsas, vestidas acorde a las exigencias de la competencia, rememoran en la composición de sus integrantes, a las primeras agrupaciones de negros esclavos que desfilaron por el antiguo Montevideo.
Aquí la comparsa se exhibe, desfila, tiene espectadores, hinchadas, pero marcha sola.
Gramilleros, Mamas Viejas, bailarinas, alegorías religiosas (Media Luna, Estrella), y banderas, hoy con los colores que identifican al barrio, ayer a las naciones, compiten disciplinadamente por tratar de ser la mejor "Comparsa" en el Concurso Oficial de Carnaval.
CONVENTILLOS "MEDIOMUNDO" Y "ANSINA"
Los conventillos de MEDIOMUNDO y ANSINA, cumplieron un papel preponderante en la cultura, ya no Afro, sino que nacional.
Estos dos conventillos que hace 16 años se derrumbaron físicamente, rivalizaron, exponiendo, tanto en el desfile oficial, como en el cordón umbilical de Isla de Flores, calle de mil repiques y llamadas, sus toques, fuerza, orgullo e identidad.
Cada Conventillo, dueño de sus propios códigos, fueron grandes espacios de interacción.
Aquí, la memoria, fue la Biblia de las nuevas generaciones, acompañada de las sinfonías de tambores, que desde dentro mismo del vientre la futura madre, el corazón del futuro Candombero, recibía el "llamado" a la vida.
El aprendizaje era la cotidianeidad, escuela de los que preparaban el ritual de una "llamada" espontánea para alegrar el barrio.
En 1978, se declara el Conventillo en condiciones inadecuadas para su habitabilidad y en diciembre de ese mismo año se declara el desalojo. Recién en 1979 se lo declara Monumento Histórico Nacional, al igual que el Conventillo de Ansina. En octubre de 1979 la Dictadura Militar desafecta como Monumentos Históricos a 57 inmuebles, la desafección Nro. 8 corresponde al Mediomundo, y a la Nro. 9 a Ansina. Las personas alojadas de ambos Conventillos, como en una especie de paralelismo histórico, fueron desalojados a los fríos corralones de Capurro, en Martínez Reina, a escasas cuadras de los caseríos de los negros esclavos.
Es así que se desarraiga a los negros del Conventillo, se lo expulsa del barrio, se lo separa de sus hábitos, pero jamás del Candombe.
Morenada, tradicional comparsa del Mediomundo, surge en 1953, siendo la única comparsa que tuvo el Conventillo.
También del Barrio Sur salieron "Cubano" de Paraguay e Isla de Flores, y los "Esclavos del Nianza" de Ejido.
Otro espacio importante de participación en el Conventillo era el equipo de football "Yacumenza", que tiene como origen en su nombre en un brasileño, que al comenzar la llamada
decía: "Yacumenza, yacumenzan los tambores".
Recopilación e Investigación: Aldo Garay Dutrey (Grupo Sobremaderas)
Bibliografía:
"Negros esclavos y negros libres". (Ildefonso Pereda Valdés)
"Crónicas de Montevideo Antiguo". (Isidoro de María)
"El Candombe a través del tiempo". (Alejandro Ayestarán)
esta muy bueno
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